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Lo que conlleva realmente una democracia

Sofía Molano, María Camila Gómez

Había una vez, un hombre común y corriente, quien gracias a su inteligencia y creatividad cuestionable, salió a decir “Dios me ha contactado, él quiere que sea rey”, y así lo fue. Los de su pueblo creían firmemente en su palabra, y solo así de fácil, el hombre común y corriente se volvió un líder quien con solo su palabra lograba crear guerras o hacer la paz. Todo iba bien, hasta que llegó otro hombre, quien no estaba de acuerdo con esta forma de vivir. “Los intereses del rey no son acordes con lo que la mayoría del pueblo desea” pensaba el hombre. Y bueno… Los pensamientos racionales, la evolución de la ciencia y de la modernidad pusieron fin a muchas monarquías y sistemas gubernamentales los cuales no contaban con una participación activa del pueblo en sus decisiones.

 

Y solo así, los sistemas gubernamentales surgieron, entre ellos la democracia moderna. un sistema político y de organización social más populares del mundo contemporáneo. Su rasgo fundamental es que confiere el poder de decisión en la conducción del Estado, con los intereses del pueblo, quienes se expresan mediante la voluntad de las mayorías. Ahora el hombre que decía ser elegido por una superioridad divina tenía que velar por los intereses de todo el pueblo, y además tenía que ser directamente elegido por ellos mediante la votación. Pero en este punto nos enfrentamos con un problema, ¿Qué sucede cuando las decisiones que moldean un pueblo son dirigidas por mayorías? La respuesta es simple: Inconformidades. Si, ese es uno de los principales problemas de la Democracia. Efectivamente, no se puede complacer a todo el mundo, y tristemente, se han visto casos de levantamientos contra el estado, violencias bipartidistas, protestas tanto pacíficas como sanguinarias, y la cuenta sigue. ¿Si la democracia busca satisfacer a la mayoría, a que se atienden las minorías? O mejor dicho, ¿hay alguna manera real de satisfacer a toda una población?

 

Volteemos el caso. La mitad de un pueblo quiere que las casas que se construyan, sean todas del color azul, mientras que la otra mitad desea que todas las casas sean color rojo, ¿Que pasa cuando hay un cincuenta cincuenta? ¿Quién toma el ultimátum? Hay muchas preguntas y pocas respuestas las cuales nos llevan al mismo punto de partida; La ética. Sin embargo una vez más, nos vemos con un dilema superior, ¿Quien define la ética o la moral?. Gracias a esas preguntas, hoy en día nos enfrentamos a una serie de problemas como por ejemplo, la compra de votos, o presidencias vagamente activas o eficientes.

 

Surgen tantas preguntas acerca de los sistemas gubernamentales y la mejor forma de organizar una nación pero vale la pena decir que las libertades expuestas en el sistema democratico pueden superar la de los otros sistemas. Claramente depende del punto de vista, pero un sistema que procure escuchar al pueblo y que le permita expresarse con toda libertad, es un ideal diferente y digno de pulir. Como mencionamos anteriormente, puede que tenga huecos y fallas en su estructura, después de todo es un ideal que no puede llevarse a la perfección, pero vemos muchos ejemplos de naciones democráticas que se adaptan a la modernidad y buscan realmente complacer a su pueblo. Teniendo en cuenta el índice de democracia realizado por el grupo de inteligencia de The Economist el cual evalúa el proceso electoral y pluralismo, libertades civiles, funcionamiento del gobierno, participación política y cultura política, los sistemas de los países son clasificados en Democracias plenas, Democracias imperfectas, Regímenes híbridos y Regímenes autoritarios. Entre las democracias plenas se encuentran países como Noruega, Islandia,Suecia, Nueva Zelanda, Finlandia, Irlanda, Dinamarca, Canadá, Australia, Suiza, Países Bajos, Luxemburgo, Alemania, Reino Unido, Costa Rica entre otros. Si resaltamos las cualidades de estos países,  muchos son conocidos por sus políticas modernas e incluyentes, incluso por la satisfacción de su población. Por ejemplo, Nueva Zelanda fue el primer país en permitir el voto femenino, actualmente su primer ministro es una mujer y tiene un excelente manejo del covid, donde en promedio tiene 7 casos de covid por dia, en total tienen 45 casos activos. Finlandia es conocido por ser el país más feliz del mundo y ha liderado esta lista por casi 4 años seguidos. Dinamarca es el país con menos corrupción en su sistema democratico en el mundo. Costa Rica no tiene ejército y no ha requerido de este, se considera uno de los países más pacíficos dentro de América, además garantiza la igualdad de género en todas las funciones públicas.

Hay muchos ejemplos que nos muestran que es posible alcanzar un nivel donde las necesidades de los ciudadanos se vean saciadas y, que a pesar de las dificultades que pueda tener este sistema, si la ciudadanía tiene el empeño de mejorar estos sistemas puede hacerlo, pero se necesita de convicción y transparencia.

 

Tal vez la democracia sea el mejor modelo, tal vez no. Tal vez inventen un nuevo modelo que sea más eficiente y logre incluir a las minorías y solucionar las grietas de la democracia, pero mientras tanto es importante reflexionar y ver como, como ciudadanos podemos ser críticos y mejorar las condiciones de nuestro país. Es difícil que mejoremos nuestro país si no votamos, si no conocemos de qué se habla en el senado, si no votamos conscientemente, si no somos críticos con los funcionarios, si no somos transparentes desde las más básicas relaciones y si no traemos estos temas a la mesa con respeto y nos informamos de todas las perspectivas.

 

Sí quedo con curiosidad acerca del ranking de los países le dejamos aquí el mapa y el índice, donde puede continuar su investigación y decidir por sí mismo ¿qué podemos hacer para mejorar? Y ¿qué podemos aprender de los países de arriba?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: https://concepto.de/democracia/#ixzz6p48zvCnX

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