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Copa tradición – Crónica a dos voces

09/09/2022

Manuela Cortés y Camila Mutis

Primera voz (Camila Mutis)

Después de esperar por dos años, este gran momento, por fin, ha llegado. La copa tradición ha vuelto. Para toda la comunidad gimnasiana, esto significa compromiso, dedicación y mucho esfuerzo para poder sacar adelante un excelente equipo de fútbol que nos represente en el Gimnasio Moderno. Como es costumbre, las estudiantes de escuela alta esperábamos con ansias poder ir a apoyar a nuestro equipo, pero, debido a las diferentes medidas de bioseguridad por la pandemia del Covid-19, nos vimos obligadas a quedarnos en las instalaciones del colegio viendo la transmisión del partido de forma virtual. El jueves 7 de octubre a las 7:30 de la mañana, se escuchaban las barras del colegio por los pasillos del edificio. Todas las estudiantes despedíamos a nuestro equipo de fútbol cantando y aplaudiendo para darles la mayor fuerza posible. Se podía sentir la emoción en el ambiente, de volver a luchar por la copa contra el colegio Marymount. Después de despedir a nuestro equipo, nadie se podía concentrar en clase. Empezaron los nervios y las ansias por ver a nuestras amigas retomando la tradición. El espíritu deportivo y gimnasiano se veía representado en cada niña del colegio. Con las piernas y la cara pintada, gafas, pañoletas y banderas esperábamos que comenzara la transmisión. Apenas empezó el en vivo, se volvieron a escuchar las barras del colegio por todos los pasillos. Al sonar el himno del colegio, se podía ver el sentido de pertenencia y el apoyo incondicional entre las ginmasianas.

 

Comenzó el partido. Todas estábamos sentadas en el borde de la silla, gritando cada falta o intento de gol que teníamos en la cancha. La alineación de nuestro equipo era fuerte, pero el equipo del Marymount también tenía una buena formación. Se iba finalizando el primer tiempo, con excelente asistencia de todas las jugadoras. Llega el minuto 43, a dos minutos de mitad de tiempo. Suena la alarma de evacuación del colegio y todas perdimos la concentración en el partido. En ese momento, Valentina Tovar del equipo contrincante, cambia el marcador y anota un gol totalmente inesperado. Todas nos quedamos calladas. Y durante ese silencio, se acaba el primer tiempo. Seguíamos con la ilusión intacta. Todavía quedaban 45 minutos para remontar el marcador y conseguir la victoria. Veíamos a todas las integrantes del equipo decepcionadas, algunas llorando sentadas en el piso, pero nosotras manteníamos la ilusión. Comienza el segundo tiempo. Se podía notar la preocupación y tensión en el ambiente. Se acercaba el final del partido, no habíamos podido remontar. Todas nos devolvimos a nuestros salones y vimos al equipo luchar los últimos minutos. Perdimos la copa tradición con un marcador definitivo de 1-0, pero todas estábamos orgullosas del excelente desempeño de cada una de las jugadoras. Finalmente, volvimos a recibir a todo el equipo en las instalaciones del colegio, cantando las barras y con un caluroso abrazo, teniendo certeza de que dieron lo mejor de sí. 


Por otro lado, a pesar de que el gimnasio femenino claramente le da mucha importancia a este encuentro deportivo, desde siempre se ha podido evidenciar inequidad en cuanto al partido de la copa, tradición que se juega entre los colegios masculinos, el Gimnasio Moderno y el Gimnasio Campestre. Este partido se jugó minutos después de que nuestra tradición se acabara y los comentarios empezaron a surgir en los salones de clase. Viendo la transmisión, nos pudimos dar cuenta de que, en esta ocasión, los colegios masculinos sí pudieron llevar público para hacer barra en las graderías de la cancha. Según fuentes externas, cada colegio pudo crear una barra conformada por 70 estudiantes, mientras que nosotras, los colegios femeninos no pudimos estar ahí alentando a nuestros propios equipos. Como bien sabemos, esto tiene una gran influencia en el ánimo del partido y en la mentalidad de las jugadoras en cancha. También, hubo muchas preguntas y comentarios acerca del uso de tapabocas y las medidas de seguridad que variaron en los dos partidos. Todo el colegio pudo ver la transmisión de este partido en las horas del almuerzo y se pudo notar la falta de tapabocas en los jugadores de ambos equipos masculinos. Según lo hablado dentro del colegio, a ellos se les permitió presentar una prueba de COVID negativa, mientras que a los equipos femeninos no les dieron esta oportunidad. 

A pesar de todo, la comunidad gimnasiana pudo vivir y disfrutar el día de la copa tradición y seguiremos apoyando a nuestro equipo de fútbol para poder remontar y ganar la próxima copa tradición que se llevará a cabo en el Gimnasio Campestre. 

Segunda voz (Manuela Cortes)

La copa tradición que por mucho años ha producido estrés 

70 minutos que no podre olvidar
Me marcaron a mi y a la comunidad 
Empezó como un día normal
Pero evoluciono,  con oraciones y  algo más. 

Desde el bus con hematomas y ampollas a punto de estallar
Por La séptima que de milagro se pudo atravesar 
Un equipo, una familia, que te recibirá 
Como una hermana y una llave más. 

 

Algunas desde la cancha 
Otros en la mitad de TOK 
El estrés y la fe juntas 
Puestas encima de un pedestal 


Comienza el himno 
A una sola voz se escucha un grito 
La incertidumbre  nos gana 
Suena un pito 

 

Mi equipo, 
Nuestro equipo
Llevaba la delantera,
El ataque incremento 
Las defensas no dejan 

Toque 
Falta
Al piso
Un grito 
Toque 
Falta
Al piso
Otro grito
el tiempo parecía no progresar
una carrera contra un reloj 
que pretendía hacernos pagar. 


Íbamos bien 
Hay un video que lo prueba 
Años en los que al momento ya iríamos perdiendo 
Minuto treinta y cuatro,  seguíamos cero al cero 

Quedaba poco para llegar a la primera mitad
nuestro saque era destinado para atacar 
Un descuido al quién no se le puede culpar
Sin embargo, ese fue la causa de no poder triunfar  

Minuto treinta seis 
Uno más
Supuestamente,
Reposición reglamentaria, 
Tovar piensa más allá, remata
No duda
La suerte de nuestro lado no estaba
Un balón pegándole a la malla. 
Todas nos miramos y dijimos Que ¡falla! 
ahí 
sentí por mí y por mil personas más
Eso 
Cunde el pánico y la ira de nuestro lado 
Caímos,
Ya no había tiempo para caer 
Suena un pito

No solo el marcador estaba en juego
A lo que a mí concierna 
se apuesta el orgullo 

 

Quien diría que un deporte te hace explotar 
No mostrar debilidad 
Una enseñanza crucial
el equipo crece en un círculo 
el equipo aprende en un círculo 
reflexiones no faltaron
lágrimas desbordaron

Desde afuera no era lo mismo
Era como si fuera otro equipo
Aunque juntas lo vivimos
Ciertamente no teníamos lo mismo 

Pañoletas, botellas, botellón,
Cantos, sillas, café y anaranjado
Era como si afuera hubiera otro altercado 
Pues entre barras no nos cooperábamos

aunque al fin y al cabo teníamos el mismo ánimo
la misión concluiría luego de un largo rato
animar y apoyar aunque no fuera trascendental
fuera del campo de igual teníamos que destacar.

 

Volviendo adentro, aunque no pudiera estar
se estaban matando con el fin de ganar
aunque el arbitraje no fue de mi agrado 
La plantilla nunca demostró desagrado 

El resultado no fue lo que esperábamos 
Ninguna gota de sudor fue en vano  
La entrega de medallas 
De lo más embarazado 
A nadie le gusta ser el segundo plato.

 


Para reír hay que llorar 
Para ganar hay que perder
no me gusta hablar por los demás 
pero, mantenga la fe 
Femenino 
demostraron volver a creer 
y nosotras prometemos devolver
lo que algún día nuestro fue.

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