Por años el Gimnasio Femenino ha jugado con Mary Mount uno de los partidos más importantes para la comunidad. Sin embargo, este semestre el partido represento un mayor desafío para el equipo debido a que no hemos alcanzado la victoria por 7 años consecutivos. Para nuestra selección, ese día no era simplemente un encuentro de fútbol; era un reto que no solo determinaría la victoria, sino que también sería una muestra del esfuerzo y entrenamiento de estos últimos meses. 
Desde nuestra llegada al Gimnasio Moderno sentíamos el peso de las expectativas, aun así, mantuvimos la mejor energía, decidiendo gozar de este partido y enorgullecer a nuestro colegio independientemente del resultado. La comunidad Gimnasiana acata las instrucciones dadas en la junta de los cuatro colegios participantes, entendiendo que este partido hace parte de un contexto académico y que se debe actuar como tal. Con los años, este objetivo se ha ido desviando de su intención original, la cual buscaba unir a la comunidad y dar un espacio a las estudiantes para su crecimiento deportivo. 
Ambos colegios participantes mostraron un gran sentido de pertenencia, demostrando así su orgullo por la institución y, sobre todo, por las jugadoras. Durante esta Copa Tradición se presentaron algunas actitudes que no facilitaron el buen trato entre los equipos, a pesar de esto, mantuvimos una posición respetuosa y jugamos según los valores que nuestro colegio nos ha inculcado. 
Otro tema importante que encontramos como selección fueron las decisiones de arbitraje que se tomaron durante el partido, y a pesar de no concordar con los veredictos de la juez, el equipo jugó con la cabeza en alto y dio su mayor esfuerzo hasta que sonó el silbato marcando el fin del partido. Es de nuestro entendimiento que el fútbol es un deporte de contacto físico, lo cual puede llevar a lesiones, no obstante, a lo largo de este partido hubo una gran cantidad de nuestras jugadoras heridas debido al juego de carácter agresivo generado en el partido. Con respecto a las situaciones, golpes y las lesiones infligidas por parte del equipo contrincante, es valioso añadir que no se tomaron acciones en el debido momento, afectando así la integridad física y el desempeño del equipo durante el torneo. 
El equipo se vio afectado por el lenguaje con el cual se refirieron a la comunidad Gimnasiana tanto por parte de las barras estudiantiles como de los acompañantes y familiares que se encontraban en el Gimnasio Moderno. Tomamos en consideración que el propósito de las barras es animar y alentar a su propio equipo, mas no irrespetar a las jugadoras dentro y fuera de la cancha. Esto ha sido un tema que se ha tomado en cuenta durante las reuniones, creando acuerdos por parte de todos los colegios para regular el lenguaje con el que se expresan. 
A causa de las situaciones previamente mencionadas, las integrantes de la selección de fútbol han mencionado como a pesar de la tensión del partido, las sesiones de practica previas a este fueron animadas y entretenidas llevando a una mejor comunicación y relación entre las integrantes. Mas, el equipo siente que el día de la copa tradición debería ser un motivo de alegría y unión, sin embargo, este se ha convertido en un momento en el cual el ambiente se torna tenso y se olvida el objetivo por el cual asistimos a esta copa, que más allá de complacer y alcanzar expectativas, busca unificar a la comunidad y fortalecer el vínculo con los colegios participantes. Esto ha llegado a tal punto que muchas de las niñas del equipo se quedan en el colegio huésped luego de acabar el partido, más que todo, para evitar volver y tener que afrontar aquellos comentarios que, a pesar de ser bien intencionados, nos recuerdan que una vez más no logramos traer la copa. 
En mi experiencia, tras haber participado en numerosas Copas Tradición y con una última aún por delante, deseo más que nada que nuestro equipo continúe perseverando por la victoria. Sin embargo, más allá de los triunfos, anhelo que cada integrante se sienta orgulloso del trabajo y esfuerzo dedicados. Es fundamental que sigamos siendo un referente para las más jóvenes, enseñándoles que más allá del resultado, la verdadera esencia está en disfrutar cada entrenamiento y cada partido amistoso. Este equipo se ha convertido en una familia y es crucial mantener ese espíritu unido y solidario.

Escrito por: Mariana Ochoa
Editado por: Mariana Tovar