top of page
AA163vYU.jfif

¿Hasta qué punto es ético legalizar el porte de armas? 

Catalina Galvis y Laura Sagra

16 de marzo, 2023

La primera semana de 2023, ocurre un nuevo tiroteo en Virginia, Estados Unidos. Pero los detalles de la historia son desgarradores. Según la policía un estudiante de 6 años le disparó a su maestra de manera “intencional”. La corta edad del individuo ha dejado a todos con la boca abierta, dándole un giro inesperado a la historia, ¿Cómo un niño de 6 años tuvo acceso a un arma? A pesar de que la mujer es una sobreviviente, la pregunta sigue en el aire ¿Cuál es el alcance de la venta de armas si hasta los menores consiguen una? 

Estados Unidos, México y Guatemala son algunos de los países que han legalizado la venta de armas, como argumento principal la protección personal y defensa contra posibles agresores. Esto ha llevado a que en Estados Unidos “El 48% de las armas en poder de civiles en el mundo esté en manos de estadounidenses. En EE.UU. unas 40.000 personas mueren cada año víctimas de armas” (Televideo, 2021). Los tiroteos masivos aumentan en el predicho país, pues hay más tiroteos que días. En 2018 se registraron 336, en 2019, 417, en 2020, 611, y en 2021, 692. A día de hoy los tiroteos solo aumentan. Asimismo, aproximadamente murieron 24.292 personas que se suicidaron con armas de fuego en 2020, y 19.384 por homicidio a manos de las mismas según datos de los CDC. Esto significa que 53 personas mueren diariamente por un arma de fuego en EE.UU. De manera análoga, “las cifras también muestran que la gran mayoría de los asesinatos en el país, el 79%, se llevaron a cabo con armas de fuego” (BBC, 2022).  

Por otro lado, según la investigación SAS se estima que hay alrededor de 393 millones de armas en posesión de civiles, de los 857 millones de armas civiles que tiene en circulación el país, “esta cifra corresponde al 46% del alijo de armas civiles a nivel mundial” (Dogru, 2022), lo que representa 120,5 armas de fuego por cada 100 ciudadanos estadounidenses (BBC, 2022). 

El miedo de los ciudadanos a ser lesionados ha aumentado, pues la venta de armas ya no está regulada. Según el testimonio de una turista en Estados Unidos a mediados del 2022: “yo compraba una cerveza y me pidieron el ID. Mientras al lado mío estaban comprando un arma y no le pidieron nada” (Marcela, 2023). Estos testimonios solo nos muestran el alcance del problema, ya que no estamos hablando de algo sin importancia, si no de la vida propia y de los demás. 

En conclusión, al tomar toda esta información y analizarla, nosotras podemos afirmar que no estamos de acuerdo en lo absoluto con la legalización del porte de armas; claramente, aunque la adquisición de estas es importante para aspectos como la defensa propia, hoy en día no se está generando un control efectivo en Estados Unidos y los eventos catastróficos son mayores a los beneficios que trae. Adicionalmente, es necesario pensar en todos los grupos de interés que se pueden ver afectados, considerando que en el caso de este niño la única afectada no fue la profesora, sino que es un evento que como tal puede dejar traumas psicológicos tanto para la víctima, como para el victimario, los estudiantes, las familias y toda la comunidad estudiantil. Además, es evidente que un menor de edad se encuentra en un nivel de peligro innegable, pues el acceso a un arma de fuego no es nada difícil, si no que por el contrario es tan fácil como comprar un pan, las estadísticas y el hecho de que un niño de seis años la haya obtenido nos lo demuestran. Si no se regula de forma adecuada la venta de armas ¿Cuál es el futuro que le espera a nuestros hijos? ¿Qué futuro hay para nuestras familias? Son algunas de las preguntas que se hace la población. 

 

Bibliografía: 

bottom of page