Todo lo que once trae

Camila Gómez y Alessandra Anidez . 8/04/2022

En menos de un mes se aproxima uno de los momentos más esenciales y especiales de las niñas de grado once. Es increíble pensar como nos estamos acercando al final, pero además al principio de un nuevo capítulo, tan solo nos queda sobrellevar el último reto final: los exámenes oficiales del Bachillerato Internacional.

Los cambios nunca son fáciles para nadie y, para nosotras, esto no ha sido la excepción. Al pensar en once siempre nos imaginábamos la entrada del último primer día, la organización de Bandas y Barras, nuestro Prom y, por su puesto, la excursión. Algunas de estas cosas ya las hicimos, unas están por cumplirse, y otras no las podremos hacer.

Y tras reflexionar sobre estas preguntas, una y otra vez, nos dimos cuenta de que todo se resume en una sola cosa: el cambio. Se ha acercado tan rápido que no nos dimos cuenta el momento en el que un año se volvió seis meses, y esos seis, tan solo uno. Dudas, miedos y angustias pasan por nuestras cabezas diariamente. Junto con alegría y expectativas por el futuro que nos espera. Por todas nuestras vidas nos han hablado de este momento y ahora que llegó no sabemos cómo afrontarlo. Y así son los cambios, progresivos y tan de a poco, que llegan de repente. Nos obligan a adaptarnos en un mundo lleno de estos. Es que once representa el primer cambio en catorce años y ha sido un poco más difícil de lo esperado.

De esta manera, concluimos nuestro último artículo para Entrelíneas. Despidiendo a once, al colegio y a una etapa. Crecimos y nos formamos como las mujeres que queremos ser. Y expectantes a este pronto cambio, con la cuenta regresiva, guardamos lo que vivimos este último año para afrontar ese futuro incierto que en este último periodo nos ha consumido gran parte de nuestra energía y esfuerzo.

Complementando, la promoción 2022 tuvo suerte de vivir los recuerdos que se hacen en once de una manera presencial. Cosas como las risas en clase y los recreos, son momentos que nos van a marcar por el resto de nuestras vidas. Aun así, no podemos dejar de lado nuestros sentimientos en este momento. El esfuerzo y la dedicación que le hemos puesto a nuestro último año merece reconocimiento, y aunque en ahora mismo todas las estudiantes estamos cansadas, debemos reconocer que el estrés, los nervios, y el cansancio reflejan lo que nosotras como mujeres hemos sido capaces de hacer. Somos mujeres que nos levantamos cada vez que se nos presenta un problema, y como líderes sabemos solucionarlo. Los esfuerzos que hicieron las niñas de once en el 2021 al 2022 se han evidenciado en cada trabajo, cada presentación, y cada examen. Aunque sean solo productos materiales, nos ayudaron a nuestra formación como personas.

Por: Camila Gómez y Alessandra Anidez

Por eso, nos preguntamos, por encima de todas las cosas, ¿a qué se debe esta mezcla de emociones? ¿Será a los nervios que sentimos el primer día de Mocks? ¿O la felicidad de abrir el correo de aceptación en la universidad que queríamos? Incluso, al cansancio que, después de un año de tareas, exámenes y decisiones, ya no podemos evitar experimentar.

Sin embargo, cuando se habla de once, poco se menciona sobre ese sentimiento que llega al estar tan cerca de la graduación. Es difícil describirlo y, a menos de que ya se haya vivido, nuestras detalladas explicaciones no podrán acercarse a la realidad de cómo nos sentimos.